El arco de San Lorenzo (Jaén) es la única parte que se conserva de la antigua Iglesia de San Lorenzo, edificada entre los siglos XIII y XIV. Esta estructura se corresponde con el ábside de la parroquia y se sitúa en la confluencia de las calles Almendros Aguilar y Madre de Dios. En cuanto a su interior, atesora azulejos y yeserías gótico-mudéjares que revisten los bajos de la capilla.
En la actualidad, el arco de San Lorenzo es la sede de la asociación Amigos de San Antón (encargada del monumento desde 1982), que organiza en su interior todo tipo de conferencias vinculadas a Jaén. Además, está catalogado como Monumento Nacional desde 1877 después enfrentarse a un sector que apostaba por su demolición.
Dentro del arco hay una capilla que está cubierta de una bóveda de ladrillo con un colgante de yesería justo en el centro. La pared del recinto se encuentra recubierta por un zócalo de alicatado mudéjar de gran valor artístico.En la planta superior hay un gran salón de cúpula ojival de ladrillo, donde también se puede observar un arco de yesería y varios escudos nobiliarios.
En 1825 la iglesia de San Lorenzo se derrumbó como consecuencia de su abandono, por lo que solo quedó en pie el Arco. Ante esto, la parroquia y el archivo se trasladaron a la iglesia de San Bartolomé, mientras que su tesoro artístico se reparte entre San Bartolomé y la Merced. Ya en 1969 la Dirección General de Bellas Artes comenzó con su restauración, que estuvo dirigida por el arquitecto jiennense Luis Berges Roldán.
El arco de San Lorenzo es una de las joyas patrimoniales de la ciudad, pero a la vez una gran desconocida. Para los curiosos, el lugar está sujeto a la leyenda, y se dice que en él se veló el cadáver de Fernando IV (el Emplazado).
Fuentes: turjaen.org, juntadeandalucia.es