José Ignacio Torreblanca, ponente en el Congreso Gran Canaria 2020, es director de la Oficina en Madrid e Investigador Principal de ECFR. Sus áreas de especialización son los asuntos internos de la UE, principalmente el auge del populismo y el euroescepticismo, las reformas institucionales y la política de ampliación y de vecindad.
Es Profesor Titular de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Madrid, donde enseña Fundamentos de Ciencia Política, Sistema Político de la Unión Europea y Democracia y legitimidad en la Unión Europea. También es Doctor Miembro del Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones.
Ha sido becario del Programa Fulbright, Profesor en la George Washington University en Washington D.C., así como investigador en el Instituto Universitario Europeo de Florencia.
Además, es columnista en El Mundo – “Café Steiner” y colaborador de RNE.
Para comenzar, tal vez le haya sorprendido la invitación para ser ponente en el Congreso ¿Cómo se siente invitado en un Congreso de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País?
Muy honrado.
¿Sabía que todavía existen?
No, conocía las Academias de Ciencias pero no que siguieran existiendo estas Sociedades. Ha sido un feliz descubrimiento.
Usted es profesor y analista político, además de escritor de éxito. Suscribiría todavía hoy los postulados de «Asaltar los cielos»? ¿En qué han quedado aquellas ilusiones?
Realmente, en mi libro, aunque describía la ilusión de los votantes de Podemos por un nuevo partido que prometía cambiar las cosas, mostraba numerosas evidencias del carácter populista y anti-sistema del partido y sus líderes y cuestionaba sus motivaciones últimas.
¿Al final la “Nueva Política” ha sido una decepción?
La política siempre va a alternar ciclos de ilusión con ciclos desencanto. Algo parecido pasó al comienzo de la Transición. La política necesita que la gente cree en un proyecto compartido e ilusionante, pero el día a día de la gestión de ese proyecto puede ser muy decepcionante.
¿Cómo ve el papel de la Sociedad Civil en la España actual?
Veo una sociedad civil débil, que con muy pocas excepciones es capaz de crear ni organizar espacios de pensamiento e influencia al margen de los partidos. Los partidos y la política tienden a ocupar todo el espacio.
¿Cuál es en su opinión la función social de instituciones como las Sociedades Económicas de Amigos del País?
Precisamente generar ese tipo de espacios de pensamiento libre, crítico, ejemplaridad e influencia.
¿Quiénes son hoy las élites españolas?
Están en muchas partes, en las empresas, en los laboratorios, en la cultura y el arte, en la reflexión intelectual, pero desgraciadamente, cada vez menos en la política. La renovación de la política ha renovado y empeorado la calidad de los políticos y de la política.
¿Cómo se sentirá rodeado en Gran Canaria de un foro de afrancesados?
Muy cómodo. La tradición liberal e ilustrada es una parte muy importante de la historia de España y hay que reivindicarla constantemente.
Para terminar, ¿Qué espera del próximo Congreso de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País?
Debates de altura y una visión a largo plazo de las necesidades de este país.