La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Cartagena fue fundada el 9 de noviembre de 1833 por Real Cédula. Ya desde sus inicios, la institución mostró un fuerte carácter como entidad formadora y académica, centrada en los conocimientos sobre industria, comercio, bellas artes, agricultura y educación.
Desde la apertura de su primera sede, en 1849, quedó patente el marcado acento formativo de la Sociedad, que guiaría sus pasos hasta dar origen a la Fundación Universitaria Isidoriana, activa en la actualidad. Y es que uno de sus socios fundadores, Isidro Marín Fardet, legó los bienes que hicieron posible instauración del primer centro a condición de que la Económica continuara siempre impartiendo clases.
A partir de entonces, se sucedió la puesta en marcha tanto de oferta formativa, como la Escuela Profesional de Náutica, que abrió sus puertas en 1861; como de distintas actividades, movimientos culturales y sociales e iniciativas destinadas a elevar el nivel cultural de los habitantes de Cartagena. Cabe destacar que también fue el lugar elegido para poner en marcha el Tribunal de Comercio en 1868, precursor de las actuales cámaras de Comercio.
El cambio de sede al antiguo edificio de la Administración de Correos, en diciembre de 1876, permitió ampliar la oferta de estudios a distintas ramas del conocimiento. Así, en 1883 abrió la Escuela de Capataces de Minas y Maquinistas Conductores; en 1901, la Escuela Superior de Industria; en 1907, la Escuela Especial de Artes y Oficios; y en 1925, el Conservatorio de Música y Declamación.
En 1870, la entidad transformó su librería en Biblioteca Pública, poniendo así una gran cantidad de libros y escritos al servicio de la ciudad. Además, puso en marcha el Museo Arqueológico en 1894, y las Colonias Escolares de Carrascoy y Santa Pola en 1907, entre otras actividades culturales y sociales.
En la actualidad, en la Fundación Universitaria Isidoriana, que fue creada en 1992, se imparten clases regladas del Grado Superior de Administración y Finanzas e Integración Social, por autorización del Ministerio de Educación.
Además, hay cursos organizados para los trabajadores de los organismos públicos de la ciudad, como Puerto de Cartagena y Mancomunidad de Canales del Teibilla, ambos dependientes del Ministerio de España; así como de prevención de riesgos laborales a las empresas de la Refinería de Escombreras y a las siderometalúrgicas implantadas en Cartagena.
Así pues, a través de esta Fundación, la Sociedad Económica de Cartagena continúa ejerciendo una de sus principales vocaciones: la enseñanza. Conserva así, pues, su identidad como institución creada al albor de la Ilustración, en base a los principios que ésta defendía y los valores de los que hizo su estandarte, para cuya difusión se ayudó de las Sociedades Económicas creadas con el beneplácito del Rey Carlos III.